sábado, 23 de enero de 2016

Donde sigue la pertinente aclaración anterior...

  En su erudito tratado El trivio y el cuadrivio [sic] o la nueva enciclopedia. El cómo, el cuándo y la razón de las cosas
publicado en Barcelona el año de gracia de 1862 por el Dr.D. V. Joaquín Bartús, este señor, guiado por la famosa máxima del ínclito Horacio (Utile dulci) según reza en la portada el didáctico manual, responde en la página 336 de éste a la pregunta: ¿Quiénes eran los abates en España? 
    Lo que es interesante para nosotros pues en la respuesta que nos da  podemos imaginar el aspecto y el carácter que presentaría nuestro abate Pico:


  Dábase el nombre de ABATE en España, Francia, Italia y aun en otros países, a una persona que no teniendo por lo común más que órdenes menores, vestía de clérigo a la romana.
  Antes de la Revolución Francesa era infinito el número de abades y se hallaban en toda buena sociedad, tomando parte en sus placeres y aun entrometiéndose en todo y por todo, y ahí nació el modismo: "entrometido como un abad".
  Eran o segundones del estado noble o personas acomodadas de la clase media. Venían a ser unos aspirantes a abades comendatarios, y se introducían como amigos, directores o preceptores de la familia en las casas distinguidas.
  Solía ser su traje, particularmente en España, el común de la gente decente, solo que era de color morado o negro, con una capeta o pedazo de raso negro colgado a la espalda; cabellos a la romana con casquete de suela, algunos, y un sombrerito pequeño de tres picos que solían llevar debajo del brazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario